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y tecnología ¿clasificadas? por un cronopio
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RAYUELA
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Cap 128
Nous sommes quelques-uns à cette époque à avoir voulu attenter aux choses, créer en nous des espaces à la vie, des espaces qui n'étaient pas et ne semblaient pas devoir trouver place dans l'espace.
ARTAUD, Le Pèse-nerfs.
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Rayuela - Julio Cortázar Cap.128 (completo)
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jueves, enero 30, 2003
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La Picaresca del siglo de oro y el Ciberpunk
Origen del género Pícaro en el siglo XVI:
En 1554 se publica simultáneamente en Alcalá, Amberes y Burgos la Vida del lazarillo de Tormes >16 , de autor anónimo, y, posteriormente, en 1599 la primera parte de Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán.
Ambas obras relatan las miserias y aventuras de un personaje marginal, de forma autobiográfica y con gran realismo, si bien el primero es más pesimista y dramático dado su contexto Barroco y el efecto de la Contrarreforma, y en el segundo, se atisban rasgos de optimismo más próximos al Renacimiento.
El protagonista de la novela pícara es un individuo de baja clase social, ciertamente marginal, en ocasiones judío converso, sin nobleza, y que relata en primera persona sus aventuras con un realismo extraordinario y desacostumbrado en la literatura de la época.
Una componente importante de la línea argumental se apoya en las vivencias y reflexiones de los desposeídos, desposeídos de la honra, sin honor, sin limpieza de sangre y sin esperanza, pero con gran capacidad para la trashumancia, el viaje iniciático, el engańo y la supervivencia.
Se trata asimismo, de una prolongación en clave irónica del idealismo de los libros de caballería. En la literatura picaresca del siglo de oro, un crudo realismo, relatado en clave cínica pone al descubierto la crítica a una realidad social falsa, artificiosa, producto de una clase burguesa que empieza a polarizar la sociedad en torno a los conceptos trasnochados de honra, linaje y riqueza.
En definitiva, el pícaro es el antihéroe, que estoico, imaginativo, deslenguado y hábil sobrevive, en constante movimiento en un ambiente hostil, en situaciones extrańas y límites, y sirviéndose esencialmente de su imaginación y su ingenio. En definitiva, es un golfo individualista en desproporcionada lucha contra el sistema.
Creo que este género de ficción autobiografica se reproduce, en sus planteamientos esenciales, dando un acrobático salto de casi 500 ańos, en parte del género de ciencia ficción definido como Ciberpunk.
El Género Ciberpunk
El término Ciberpunk se acuńa en la novela de William Gibson Quemando cromo, editada en 1981 >1 aunque sus novelas más conocidas son posteriores: Neuromante (1984) >2 , o Count Zero (1986) >3 titulado éste último en su edición espańola como Conde Cero, quizás queriendo transmitir también, en un juego de palabras 'cuenta cero'; en estos libros, William Gibson desarrolla o sugiere este nuevo estilo literario.
En el universo de William Gibson >4, los personajes tienen una doble existencia real y virtual a l a vez, en un mundo en que se mezclan la percepción subjetiva de la realidad, los negocios y la vida legítimos y los de dudosa legitimidad , en un nuevo entorno vital, 'el ciberespacio' en que los interfaces se implantan directamente en el cerebro (żneuropiercing?); un mundo en que nada es únivoco, sino ambiguo, en que la individualidad y la desconfianza en el sistema son norma básica de supervivencia, en un escenario irreal en que todo se mezcla y a lo sumo se separa por tenues e imperceptibles barreras, y ello integrado con una filosofía bohemio-tecnológico-existencialista, que en parte inspiró John Perry Barlow >5 , letrista, ideólogo y mucho más de The Grateful Dead >6
Los antihéroes de W.Gibson son, en buena parte, los pícaros contemporáneos del Ciberpunk, antihéroes marcados por la precariedad, la difícil supervivencia, la intuición, y al mismo tiempo la capacidad para superar las situaciones más inverosímiles, si bien en ausencia de la clave cínica y desvergonzada que aportaran otros autores.
En Neuromante >7 , Case, el vaquero electrónico con electrodos de conexión al ordenador implantados directamente en el cerebro vive su particular odisea.
En Conde Cero >8 Bobby Newmark, el Conde, se enfrenta sólo con su consola Ono Sendai y el Simestim (televisor sensitivo), a la matriz del ciberespacio que afecta a la humanidad entera (żMatrix?); de nuevo la lucha del individuo contra el sistema.
Meritoria tarea de imaginación la de Gibson, si consideramos que en 1984 apenas acababa de nacer el ordenador personal (de hecho W.Gibson escribía con una máquina manual Hermes de 1927). En 1981, prácticamente, los conceptos de memoria ROM, disco duro, etc. no existían a nivel de divulgación; en el libro, la matriz es una masa de hielo cibernético en donde Bobby debe penetrar, como lo haría un virus (que aún no existían), ganándose la confianza de la matriz.
El pícaro de W.Gibson está desprovisto en parte de la clave irónica de Douglas Adams, pero introduce algunos de los rasgos esenciales que sin duda inspiran y ańaden valor a las posteriores producciones literarias, y cinematográficas como Blade Runner que a su vez se basa en la novela titulada żSueńan los androides con ovejas eléctricas? >9de Phillip K Dick >15. Escrita en 1968, por cierto con una cita de Yeats >18 en la primera página (volvemos circularmente a la beat generation, flower - power y de nuevo a las referencias a Perry Barlow...).
Por tanto, diferentes planteamientos, encajan y convergen en ese perfil que podría asociarse a la personalidad del pícaro del siglo de oro si bien, cada autor lo presenta con su personalidad específica y con su particular aportación interna, narrativa y contextual, en el genero Ciberpunk en clave de narración autorial más diálogos, y el genero del siglo XVI más bien apoyado en diálogos y narración en primera o tercera persona.
Otros aspectos característicos del pícaro, y complementarios a los planteados por W.Gibson, se dan en las publicaciones de Douglas Adams >10, más concretamente en su saga, iniciada en 1979 - anterior, por tanto, a W.Gibson - con su Guía del autostopista galáctico>11 libro que nos narra con mucho ritmo y sutil ironía las aventuras del aprendiz de pícaro Arthur Dent, y el maestro Zaphod Bebledrox Presidente (żpor accidente?) de la Galaxia, pero también ladrón de naves en su tiempo libre (que es mucho).
El libro La Guía..., arranca con el inicio de un día cualquiera para Arthur Dent, que terminará siendo muy especial, ya que aquel es el día en que, por orden de la autoridad gubernativa local, su casa va a ser demolida para dar vía libre a un nuevo camino vecinal.
La circunstancia, por sí sola ya entrańa una gran excepcionalidad especialmente para Dent, pero palidece ante la que la sigue quince minutos después, ya que , mediante una megafonía planetaria, una flota extraterrestre dedicada a la limpieza de planetas informa que la tierra entera va a ser demolida (metáfora dentro de la metáfora) para dar paso a una nueva autopista interestelar, por lo que ruegan disculpen las molestias que les pueda ocasionar a los humanos el hecho de evaporar a la tierra junto con todo lo que vive encima.
Así pues, en 15 minutos, nuestro protagonista, salvándose milagrosamente de la destrucción, pasa a ser, no solamente un homeless, sino más aún, un planetless y ya puede, bajo su nuevo karma, empezar a ejercer de pícaro en su particular odisea. El desarraigo, la lucha por la supervivencia en un ambiente hostil, en el que sólo puede valerse de su astucia y de su capacidad de improvisación en una irónica, cínica e inconformista aceptación de lo inevitable, por increíble que pueda parecer.
Pero A.Dent es sólo un aprendiz de pícaro, y al igual que el pícaro del siglo de oro, Lázaro aprendía sus saberes del clérigo o del ciego, (... ‘yo oro ni plata no te lo puedo dar, mas avisos para vivir muchos te mostraré...), Arthur deberá aprender rápido de la mano de Ford Prefect o de Bebledrox, los maestros con quienes vivirá en toda su extensión la aventura de la supervivencia, la naturaleza del pícaro que no mendiga un celemín de vino, si, no una botella de oxígeno o una nave que le transporte a través de galaxias surrealista, absurdas y hostiles, pobladas por cínicos personajes arropados de falsa nobleza.
Falsa nobleza que también hace presencia en el libro de Eduardo Mendoza >14, El último trayecto de Horacio Dos>12 , en que el protagonista, - más próximo al Guzmán de Alfarache -rezuma perversa lógica y ambigua retórica administrativa, y engańa por la semántica y por la apariencia de normalidad y porte -.
Llevado por su espíritu descarriado y su destino inevitable, el aventurero se hallará en medio de un sainete de paternidades, personalidades enmascaradas y dobles, pícaros, en definitiva, por serlo el protagonista, comandante Horacio, pícaros todos los que le acompańan en el absurdo e inútil viaje de su destartalada nave, los Ancianos Improvidentes, las Mujeres Descarriadas, y el sector de Delincuentes, todos juntos vivirán asimismo su particular odisea, y tendrán que medir su capacidad de engańo y simulación con otros, mucho más pícaros y maliciosos, los propios políticos que los han enviado a no hacer nada a la nada, los responsables de las sucesivas estaciones espaciales que, luchando por su supervivencia visitarán, como la estación Derida, donde el duque , la duquesa, el Chambelán y el Monje , nobles todos, pero venidos a menos, y por lo tanto abocados a la picaresca para sobrevivir, intentaran engańar a Horacio y sus acompańantes, con edificios y súbditos de cartón piedra...
A diferencia de Adams o Gibson, que enlazan obras entre sí, en un hilo narrativo, (El restaurante del fin del mundo es una continuación de La guía.., o Conde Cero de Neuromante...), Mendoza (con su surrealista Sin noticias de Gurb >13). da a cada obra una personalidad más acusada e individual, aunque manteniendo el estilo y el ritmo narrativos.
żY por qué no incluir en el ámbito de lo que es el viaje al espacio, el trayecto espacial , pero también el viaje introspectivo, individual y colectivo de 2001 una odisea espacial >18 (1968) en el universo del pícaro peripatético y errante?.
En la obra literaria del prolífico Arthur C. Clarke, trabajo que, en colaboración con Kubrik se convertiría en la película 2001 una odisea en el espacio, quizás no encontremos la clave del registro semántico del pícaro tal como la hemos visto hasta ahora, aunque igual que en el Horacio de Mendoza, los tripulantes de la Discovery desconocen el verdadero objetivo de la misión. Además , en cierto modo, żacaso no se establece un ambiguo diálogo del hombre consigo mismo, individual y colectivamente, y żhasta qué punto la disimulación y el engańo del pícaro no forman parte asimismo de la relación entre Hal 9000 y los astronautas de la Discovery?.
Todos mienten, miente el gobierno que les ha enviado a una falsa misión, miente HAL 9000 a la tripulación de la nave, y gracias a la mentira un único tripulante sobrevivirá a HAL.
Todo lo hasta aquí planteado, como una mera hipótesis de trabajo, puede, sin duda, ser objeto de muchas matizaciones, pero no deja de ser peculiar la reflexión sobre cómo en este género literario (żacaso en todos?), el paso de casi 500 ańos por la especie humana, apenas sí varía levemente el escenario. El argumento y parte del mensaje no varían - quizás desde Ulises - (żdejamos pasar a C.G. Jung ?), y éstos se mantienen, marcados a fuego, en el inconsciente colectivo >19.
Nota al pie:
Aunque la mayoría de las obras que se han citado se pueden hallar en el circuito comercial, otras puede que estén descatalogadas o sean difíciles de encontrar. Si la economía flojea o si sólo queremos leer un fragmento de alguna de ellas , pueden descargarse en diferentes formatos pdf, txt, html...
Aunque no hay nada como un buen libro comprado en la librería ( o en la red >17)...
Links de descargas gratuitas en diferentes formatos:
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y otras variadas maravillas gratuitas.
      Agradecimientos:
A mr. Justerini & mr. Brooks por desabrocharme un rato la camisa de fuerza
los martes y viernes; es un palo teclear con la nariz el resto
de la semana, días en que, agradezco a cosa de la familia Addams
por echarme su mano con las teclas mayúsculas y alternativas.