El paso del tiempo, erosiona la memoria de los hechos sucedidos.
Como el viento y la lluvia sobre las rocas, abre vetas insospechadas, caprichosas grietas en la historia, por donde se cuelan nuevas lecturas, interpretaciones y usos.

En http://www.kerryrocks.net, una web roquera de apoyo a la candidatura de J.Kerry aparece un guitarrista (imagino que joven), caracterizado como aquel, interpretando el himno americano, en un estilo que me recordó algo.

Al final de la escena, realmente divertida, recomienda votar al ‘músico’ John Kerry.
Es imaginativo...hasta cierto punto. Aquel en que recuperamos –los cronopios ancianos- la memoria histórica, la versión original, y su motivo.

Fue el dia 18 de agosto 1969, en Woodstock, cuando Jimi Hendrix dio vida a la auténtica versión de The Star Sprangled Banner – el himno americano-.

Con su estrato blanca, la distorsión a tope y a golpe de palanca de trémolo, retorció el himno americano convirtiendolo en un blues ácido, en una atroz banda sonora de una imaginaria escena de aviones, bombas, muerte y destrucción. En un alegato terrorífico contra la guerra del Vietnam.

Bajo un cielo plomizo, irreal, y sobre un suelo embarrado, Hendrix descargó, en solitario, sin ningún acompañamiento de su banda, la espeluznante versión .

Cuando los amplis y altavoces Marshall cesaron los aullidos emergió suavemente, casi imperceptible, un momento mágico. La multitud (30.000 personas en aquel momento final del festival) enmudeció absolutamente (los aplausos que se oyen en el disco se añadieron en estudio). En aquel preciso instante, Woodstock se convirtió para historia en el mayor alegato colectivo por la paz.

Luego Hendrix dijo: ‘quiero que este sonido penetre en sus almas...(del gobierno), para comprobar si puede despertar algo en sus mentes.’

Seguramente, el muchacho que interpreta la versión en la web de J. Kerry, aquel dia de agosto del 69, aún no había nacido...